Bueno que pasa, ¿nadie me va a dar un beso?

sábado, 29 de enero de 2011

Juan y Sara



Quería contarte que aun me acuerdo de ti, aunque yo misma piense que eso no vale de una mierda.

Quería contarte que aun conservo como oro en paño todos tus vinilos, joyas que crei que nunca más volvería a compartir con nadie, aunque me equivoqué. Que saco uno de ellos al azar, lo limpio con mimo, luego lo pongo en uno de tus technics, y me siento a escribir.

Quería contarte que si no odio al cien por cien de los hombres, es por tu culpa.

Quería contarte que ese día que te faltaron 1.000 pesetas de la cartera, sí, fui yo. Aunque estoy segura de que tú lo sabías.

Quería contarte que sueño a veces con ese ultimo baile, y con aquel colacao, y con tus sonrisas.

Quería contarte que tu coche sigue aparcado en el garaje de casa, cubierto de polvo y tristeza. Y que no sé dónde puse las jodidas llaves.

Quería contarte que lo intenté un par de veces. La primera cometí un fallo de principiante. La segunda apareció Martín.

Quería contarte que Martín ha muerto. Que no se le ocurrió otra idea para salir de su particular crisis, que irse a desactivar minas. Maldito héroe.

Quería contarte que ahora tengo una hija adoptiva, que se llama Susana. Y que no sé si estoy preparada para esto, aunque llevo varios meses sobreviviendo a la situación, y a veces hasta me gusta.

Quería contarte que a veces me asalta un terrible miedo a que me vuelvan los días malos, y que todo se tuerza. No sé si Martín había tenido eso en cuenta. Espero no defraudarle. Es la primera vez que pronuncio esta frase.

Quería contarte que mamá está mal, está deprimida, triste, hundida, desesperada, huidiza y volátil, desmemoriada, perdida sin ti... y sin mí.

Quería contarte que me siento una mierda.

Quería contarte que no duermo apenas.

Quería contarte que aun no he aprendido a llorar.

Quería contarte que me siento como una sucia prostituta. Y que no lo puedo evitar.

Quería contarte, que he perdido completamente el norte.

Quería contarte que hace poco estuve en el psiquiatra, y que me mandó unas pastillas, y que le dije que se las metiera por el culo. Nadie me comprende. Perdona, no es del todo cierto. Hay alguien que sí.

Quería contarte que hay un hombre muy interesante en mi vida, pero tengo miedo. Tengo miedo a... a todo.

Quería contarte que tengo motivos de sobra para ser feliz, pero por el motivo que sea, no lo consigo.

Y por qué te cuento todo esto a ti, que estás muerto? Porque no hay nadie aquí cerca a quien pueda amargar con mis cosas. Nadie que me pueda escuchar y entender como tú lo hacías.

Niños escritores, gracias por inspirarme el título, que no quería ponerle "quería contarte..."

sábado, 15 de enero de 2011

No me dejes tirada


Esta noche he soñado que te morías. Lo sé porque estuve en tu entierro. Allí estaban todos: los que te quieren y los que no. Unos llorando, otros contando chistes. Curiosamente, los que contaban chistes eran los que te querían, los que lloraban, los que no.

El día que tú te mueras, asistiré a tu entierro, para cortarme las venas sobre tu tumba.

viernes, 14 de enero de 2011

domingo, 2 de enero de 2011

Cógelo por si acaso



En un luminoso dormitorio de un ático del centro hay una chica con la música puesta a toda voz. Los pájaros se asoman a las ventanas y alucinan con lo que ven. ¡Un completo strip-tease en toda regla! La chica baila, se contonea, mueve su culo al ritmazo de la música, y se va quitando prendas que va arrojando por la ventana. Primero los taconazos, la blusa, luego la falda y las medias. La buena de Sandra se ha descontrolado, ¡y está disfrutando como nunca! Qué lástima que tú no estés allí.

¡Un momento! Acaba de coger el iphone... ¡¡tal vez te esté llamando!!


¡¡¡Yeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeah!!!

sábado, 1 de enero de 2011

Susana


Depeche Mode - Enjoy The Silence (Hands & Feet Mix)









Sentadas las dos, frente a frente, basta con una mirada. 3 son los dedos de una mano, con los que puedo contar las personas con las que siento esta complicidad. Te miro a los ojos y me veo a mí misma, explorandolo todo, y me doy cuenta de que no estaba tan equivocada.

No entiendo esta especie de macabro regalo del destino. Tal vez quiera decir que algo terrible se cierne sobre mi cabeza.

En cualquier caso, no me queda otro remedio que disfrutarlo.