Nunca en la vida había recibido tantos abrazos, y tan largos. Abrazos tan cálidos y reconfortantes. Abrazos que se pueden traducir en palabras, abrazos que dicen: no quiero perderte, te quiero, voy a estar a tu lado. Al final resultó, que escogí bien a mis amigos, y que la naturaleza me hizo parte de una linda familia unida.