Las cuentas claras

Para que quede claro, en estos tiempos de crisis, unos pequeños cálculos por la cuenta de la vieja.

Porque es cierto que en este mundo hay mucho ladrón de guante blanco, pero es que nosotros a veces también somos tontos.

Para tener algo, nos endeudamos, y fraccionamos el pago en cómodas cuotas, y planeamos comprarnos un piso, y luego una casa, y luego el apartamento en la playa y el yate, pensando que solo es cuestión de irse endeudando y luego irlo pagando poco a poco.

Lo que se nos olvida, es que nuestra vida es limitada, en contra de lo que solemos pensar en esas situaciones, no somos inmortales, nuestra vida no es eterna, y mucho menos aún la laboral, con lo que, estaremos todos de acuerdo, el dinero que ganamos a lo largo de nuestra vida ¡es limitado! Y no es difícil hacer un cálculo aproximado:

Supongamos que eres afortunado y empiezas a trabajar prontito, en un trabajo medianamente bien remunerado. Lo siento, pero después de haber visto lo que he visto, y en plena era del mileurismo, debo fijar ese sueldo razonable en 1000 euros

1000 euros

De esos 1000 euros limpios al mes que entran en tu cuenta, una vez descontadas aportaciones a la seguridad social y el IRPF, me parece que una cantidad razonable para atender los gastos básicos de comida, agua, luz y gas, sería la de unos 400 euros mensuales. Vamos a ser optimistas y metamos ahí el resto de cosas, seguros, farmacia, etc... Así que nos quedan:

600 euros al mes

sigamos siendo optimistas, y contemplemos la posibilidad de que tengas dos pagas extras al año, con lo que, 600 x 14, contamos con:

8400 euritos al año.

(aclaración: estaréis todos pensando que la paga extra son 1000, y que no se corresponde con un mes real, y que por tanto no tenéis esos gastos de 400 euros. Aquí entra mi teoría de las dos putadas anuales. Todos los años te vienen dos putadas que no te esperas, y se llevan la paga extra entera, así que muy generosa soy concediendo esos 1200 euros extra)

Seguimos: si has sido muy afortunado, y has encontrado un trabajo con 20 años, y teniendo en cuenta que la edad de jubilación está actualmente en 67... eso nos lleva a que tu vida laboral es de 47 años, que, multiplicados por los 8400 euros de que dispones al año, hacen...

394800 euros.

Teniendo en cuenta que no es lo más razonable seguir entrampado en hipotecas una vez jubilado, estos 394.800 euros son TODO. Esa es la cantidad de la que dispones para meterte en casa, coches, yates, etc... Contando con que realmente ganes esos 1000 euros, y que te pases 47 años currando. y cuando digo TODO, me refiero a TODO. Es decir, te quito esos 400 euros, que corresponden a lo mínimo ineludible, a la vida a pan y agua, vamos, y el resto son esos 394.800... de ahi tiene que salir TODO lo demás: Casa, colegio, libros, matrículas de universidad, alquiler de garaje, coche, moto, copas, fiestas, cine, viajes, vacaciones, ortodoncias, aumentos de pecho, smartphones y lineas de teléfono, adsl y móviles, ordenadores, joyas, ropa, calzado, cafeteras nespresso y sus carísimas cápsulas, y un sinfin interminable de cosas que a mí no se me ocurren ahora porque no las suelo gastar, aparte de todos los imprevistos.

Que luego nadie llore.

Eso sí, si para colmo los ladrones de guante blanco vienen, y en nombre de los más puro, te roban la mitad, la cosa se complica.

Manifiesto

Ahora quiero hablar de personajes travestidos que se salen de su cuerpo para expresar lo que éste es incapaz de hacer. De personas de una sensibilidad desbordante entre las que quiero estar. De personas que están perdidas ante un horizonte incierto, y, en su desorientación, las pobrecitas mías, piensan que nunca más recuperarán el rumbo. De mujeres que sufren, y callan, y sufren calladas, y callan su sufrimiento. De hombres que, agazapados tras su cortina de timidez, asombran al mundo con su máscara de zorro, su pluma y su fantasía.

Tal vez

Tal vez si lo intentásemos, veríamos que es posible; tal vez si lo intentásemos, comprobaríamos, que lo inconcebible,... sólo lo es hasta que se pone en práctica. Que saltar a la piscina no deja de ser una forma de terminar en el agua, y que ahora en vez de mirar hacia abajo, miramos hacia arriba, contemplando orgullosos nuestras antiguas dudas y temores, allí abandonados en lo alto del trampolín, en un arrebato de valor y arrojo. Tal vez si lo intentásemos, si tan solo probásemos a hacerlo, descubriríamos, que todo es posible si uno se lo propone, y que... que no era para tanto.

Que cada cual, en el inicio de este año tan difícil, se lo aplique e interprete del modo que crea más conveniente. Ha llegado la hora, de hacer lo debido. De afrontar nuestros destinos.