Bueno que pasa, ¿nadie me va a dar un beso?
sábado, 12 de marzo de 2011
cosas
Andrés es un hombre normal.
Vamos, no creo que tenga que dar más explicaciones, ¿verdad? Todos sabemos lo que es un hombre normal.
Andrés se quedó en paro hace unos años, aprendió a apretarse el cinturón, y salió a buscar trabajo. Se desengañó hace tiempo. No hay muchas opciones en este mundo laboral para un parado de casi 50 años. Se le ocurrió una genial idea viendo un programa de la tele, donde salía gente que ganaba mucha pasta jugando al poker: así que fue muy dispuesto a la tienda de los chinos y se compró un juego de poker que había visto en el escaparate con cartas, fichas, y hasta su tapete verde por 16.95... y practicó y practicó. Luego fue a un club de esos donde se juega al poker y lo desplumaron bien. "No he debido aprenderme bien las reglas... esto es muy difícil", pensó. Así que de un tiempo a esta parte se limita a pasar las mañanas al sol, sentado en una butaca de playa, en la esquina de su casa. Saca el tendedero y lo pone al sol. Luego saca la jaula del canario y la cuelga de una alcayata que hay en la pared. Y se sienta a contemplar cómo se seca la ropa mientras escucha cantar al Canario, y a Luisa, su vecina.
Luisa siempre tuvo una gran ilusión por tener casa propia. Así que no cejó en su empeño hasta que lo consiguió. No es precisamente la mejor casa ni zona del mundo, pero algo es algo. Tiene una planta baja que es recibidor, salón, y cocina, todo en uno. La decoración es un poco antigua, y la afea un poco la humedad que atraviesa las paredes de los tiempos en que no se sabía lo que era un proyectado. Hace ya tiempo que su marido, que era paleta, murió de un infarto sin llegar a saberlo. En la planta superior hay un dormitorio y un cuarto de baño... y un balconcito desde el que hay unas preciosas vistas a un patio interior donde hace sus necesidades el perro de Germán.
Germán es un electricista un poco mal encarado, huraño y seco de trato. Es buena persona, pero cómo te lleves con él depende de que le caigas o no en gracia al primer vistazo. La verdad es que es un tipo un poco recalcitrante. Se le puso en sus santas narices hacer una piscina en el patio de su casa, aunque éste tenía 10 metros cuadrados. Para ello contrató a unos primos suyos un poco yonkis, que le iban a cobrar barato. Tan barato que olvidaron unos pequeños detalles, como el de hacer las canalizaciones de agua, y el aislamiento de fondo y paredes. Así que Germán intentó llenarla como pudo con una manguera. Y se llegó a bañar y todo, eso sí, de cintura para abajo porque sus primos la hicieron poco profunda -así no te ahogarás, le dijeron, es que cavar era muy cansado-. La cosa es que a la mañana siguente la piscina estaba vacía, porque toda el agua se había filtrado por el fondo.
"¡Mecagoen!" exclamó, mientras se percató de la presencia de Luisa en su balcón, que le decía: Vaya jardinera chula que te has construido, Germán. ¿Qué vas a plantar ahí?
Así que Germán pensó: no hay mal que por bien no venga. Y llenó toda la piscina de sustrato para las plantas que compró en un vivero cercano, bajo la atenta mirada de Luisa: "¿Sabes, Germán? Me han salido humedades en el salón... qué raro"
Germán llenó al fin toda la piscina de tierra, aunque aun no ha sembrado nada, y de esto hace ya tres años.
Pero hoy ha ocurrido una cosa extraordinaria: Andrés está tocando a la puerta de Germán. "¿Qué querrá éste?" se pregunta Luisa desde su balconcito.
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...y ahora me dejas así...???(de nuevo). Vuelve pronto Sara.
ResponderEliminarUn beso.
Si se ponen a escuchar la música que les has puesto tu se les acaba todos los problemas, nena.
ResponderEliminaraquí, esperando el desenlace....besos!
ResponderEliminarNiño escritor, es que el capitulo 2 es cosa tuya.
ResponderEliminarMi título plagiado sin darme cuenta, no tiene nada que ver con esto. Una remota casualidad. Ahora no puedo leerte con garantías. Ya volveré...Tengo mucha prisa. Un beso.
ResponderEliminarEsta canción pega con el fumoteo...y es muy alegre, y es muy...
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