Bueno que pasa, ¿nadie me va a dar un beso?

domingo, 21 de marzo de 2010

Un mosquito en el monitor

Hay un mosquito paseando por la pantalla del ordenador. He advertido su presencia cuando se ha subido a bordo del puntero del ratón, cual náufrago que se aferra a una tabla en forma de flecha. Inconscientemente le sigo con el puntero en su viaje por mi pantalla, como si quisiera salvarle de las profundas aguas, que no se salga del redil, pero él, al contrario, parece huir. A lo mejor está mirando hacia adentro, y el borde negro de la flecha, se le antoja una gran sima, un abismo oscuro y profundo en el que le aterra caer. De pronto la flecha se convierte en mano, e instantáneamente aflora mi punto de sádica: ajajaaa, ya te tengo. ¿Y si ahora te estrujara, haciendo así desaparecer mi dilema de un plumazo? (Mi dilema: qué hacer contigo) Por más que pulso a todas las teclas, ¡la mano no se convierte en puño! ¡Maldita sea! Te persigo y te persigo, pero no consigo atraparte, hasta que desapareces por un extremo de la pantalla. ¡Hala! Eso si que es volar.

Curioso momento estúpido, acompañado de mil lecciones: Deberíamos tener más capacidad de empatía, tener nuestros ratitos de introspección. En el fondo somos malvados, y parte de esa maldad proviene de nuestra impotencia para hacer las cosas como es debido. Por último, tenemos la fea manía de meternos donde no nos llaman. A veces las respuestas están donde menos te lo esperas.

2 comentarios:

  1. No dejes de compartir con nosotros, pensamientos como éste...

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  2. Me ha encantado, a partir de un hecho sin importancia has creado algo bello.

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