Bueno que pasa, ¿nadie me va a dar un beso?

miércoles, 10 de marzo de 2010

Alta

He estado un poco negativa estos últimos días, aunque, no obstante, no he perdido de vista vuestros mensajes de apoyo. No me veía con fuerzas para escribir, entre dolores, agobios, sentimientos de culpa, picores y fiebres altas y cefaleas.

Me sentía hecha un asco, pero hoy alguien ha insistido, se ha vuelto a interesar por mi estado de salud, me ha mandado unas palabras de ánimo que han sido como esa ansiada apertura de la ventana que nadie se ha dignado a abrirme en estos días atrás, para que entrase aires fresco y me recordase que sigo viva.

A partir del día de hoy se ha invertido el signo de las cosas. El médico ha entrado por la puerta y se ha encontrado incorporada en la cama a una poco habitual Sara sonriente. ¿Quién te lo ha dicho? me ha espetado al ver mi sonrisa. ¿Quién me ha dicho el qué?

Riesgo de trombosis, cero. Riesgo de infecciones, cero. Númeror de fracturas desplazadas, cero. Sara, ¿tienes quién cuide de ti? es decir, ¿te quieres ir a casa?

Claro que sí, he contestado (mentirosa), ¿dónde hay que firmar?

Pensaba acostarme ya, pero una llamada de teléfono me ha convencido de hacer un esfuerzo más y entrar a contároslo: sinceramente, no estoy acostumbrada a que la gente se preocupe por mí.

Ya sé que soy incorregible. Lo sé. Corazón, prométeme que si te necesito vendrás a ayudarme. ¿Me lo prometes? No podía soportar ese maldito olor a nada por más tiempo. Te juro que me iba a ahogar entre esas jodidas sábanas blancas. Ahora me siento viva.

Me encuentro bien. Aunque no os lo creáis, me apaño bien de momento. Sé que puedo estar pecando de euforia, pero también sé que no me faltará un brazo amigo que me levante del suelo. Ahora lo sé, lo tengo muy claro.

Me he sentado en mi salón, portátil en ristre, decidida a comprarme un coche nuevo. Del otro no se han salvado ni las placas de matrícula. Estaba entre varios modelos, pero al final me he decidido por éste. Me ha costado 42.000 plomos, pero no se me ocurrió mejor respuesta a ese mensaje que hoy me ha devuelto la sonrisa.

Gracias a todos. Besos para todos, en especial para mis dos niños escritores.

4 comentarios:

  1. :) Como dice el poema (maravillosamente versionado a canción tanto por Mercedes Sosa como por Ariel Rot) "como la cigarra": a la hora del naufragio y la de la oscuridad,alguien te rescatará.
    Me alegro de tus mejoras y progresos. Cuidate!

    ResponderEliminar
  2. Jajaja! La marca del Rombo!

    Me alegro un montón! Estás loca, pero me alegro un montón

    ResponderEliminar
  3. ...y gracias por el beso, por lo de escritor, y sobre todo, por lo de niño...

    :*

    ResponderEliminar
  4. El mero hecho de leer tu estado de ánimo, ya ha valido la pena como alegría de hoy.
    Qué me alegro mucho, y todas esas cosas... y pronto a dar guerra, vale, mi niña...

    ResponderEliminar