Bueno que pasa, ¿nadie me va a dar un beso?

domingo, 25 de abril de 2010

Olor a perfume masculino


Dice el niño escritor que soy una sentimental. Reconozco que sí. Que soy una romántica empedernida, aunque ningún hombre haya sido capaz aún de encontrar el botoncito que enciende esa faceta mía. Bueno, miento. Hay uno: Eros Ramazzotti. Este tío me pone loca. Guapo, atractivo, buen cantante, buen compositor, buen marido, buen padre. Me gustan los cuerpos danone, y me gustan los tíos buenos, y si son italianos, mejor. La que no haya tenido el placer de sentir a un italiano susurrandole cosas al oído, no sabe lo que se ha perdido, ni puede saber de qué hablo. Lo que pasa en mi caso, es que era un estúpido y un engreido. Pero estuvo divertido.

Me gustan los tíos que saben a qué se dedican. Los tíos que tienen las cosas claras. Me gustan los tíos que se comportan como hombres, los tíos viriles, que saben estar en su sitio cuando una los necesita, y que si han de llorar, lloran como niños, pero nunca como nenas.

Me gustan los tíos que huelen a hombre

Lástima que los pocos que conozco están pillados. Normal. No me extraña.

Y me gusta desperezarme por la mañana (bueeeeno, a la hora de la comida) con una canción como ésta, que espero que al empezar a leer lo primero de todo le hayáis picado al play, porque por mucho que se llame nostalsong, (canción nostálgica) a mí me parece muy alegre, y me pone las pilas. Me pregunto a qué olerá este tío, pero me imagino que debe de ser una experiencia religiosa.

jueves, 22 de abril de 2010

Olor a mojado

¡¡¡¡Brommmmmmmmmm!!!!

No me hubiera hecho falta oir ese ruido para saber que está lloviendo, porque hace ya un rato que empecé a percibir ese olor inconfundible a tierra mojada, que funde el placer en mis sentidos con la evocación de recuerdos de mi niñez. El olor a tierra mojada cuando empieza a llover... delicioso. Abro las ventanas de par en par, y me dedico a sentir.

(Para s'il vous plaît)

miércoles, 21 de abril de 2010

Olor a viejo

Desde el sonido del clic cata clack del bombín de la cerradura del portal, hasta el seco cerrar de la puerta de arriba, todos los sonidos, olores y silencios desencadenan un torrente imparable (e impagable) de sensaciones.

Una habitación en penumbra a la hora de la comida, algo parecido decía la minusvalorada Sofía. Un buen día vinimos y te sacamos de aquí, con precipitación, con prisas, y todo quedó por medio. Nadie vino después a recoger, todo sigue donde estaba. Tu delantal... aún lo llevabas puesto, y puedo recordarte sentada en esa silla de anea de la entrada, con las manos en las rodillas, y la mirada perdida en el infinito, al lado de tu maleta, primorosamente organizada. Y aquí sigue, colgado del respaldo: Déjalo ahí mismo, mamá. Allí no te va a hacer falta, ya cocinarán para tí.

Y todo huele ¡tan bien! Tu caja de costura, los armarios empotrados de los dormitorios. La chichonera de mi cuna, que sigue guardada donde siempre. Los cachivaches del belén. El jabón de la lavadora. Tu estuche de maquillaje, y la cajita de música donde guardabas los anillos, donde un día guardaste llorando tu alianza. Tu latita de crema Nivea, tu perfume, tu bufanda, y esos guantes de piel tan elegantes y que me gustaban tanto.

No sé por qué me ha dado ahora por venir tanto por aquí. Tal vez porque me hipnotiza contemplartlo todo tan quieto, tan en silencio, tan fosilizado. Parece cosa de magia. Ha pasado tanto tiempo, pero desde entonces aquí no ha pasado nada.

¡Ea! Pensando en voz alta.

sábado, 17 de abril de 2010

Olor a nuevo

Había olvidado la sensación. Claro que esa sensación se olvida pronto: el olor a nuevo de un coche. Y aquí estoy, impregnándome de él con las puertas cerradas. Ohhhh. Me ha costado lo mío meterme aquí dentro, pero necesitaba hacerlo. Igual que el niño al que los reyes magos le traen la bicicleta y está deseando que sus padres lo saquen al parque para probarla, y mientras se conforma con sentarse encima de ella en medio del salón.

Conecto el contacto, y en unos segundos oigo una voz femenina: Please pair device. Joder! qué susto! Es el bluetooth. Saco el móvil del bolsillo y lo enlazo. Pi rip!!! responde el cachivache.

Sopeso los pros y contras de cada opción, con el móvil en la mano, y al final me decido, y marco 9 cifras y pulso al botón verde.

¿Si?

¡Hola! ¿A que no adivinas donde estoy?

Hmm, pues no. ¿Qué locura has hecho ahora, Sara?

No, no, ninguna, ja,ja,ja. Estoy en mi coche nuevo.

¿Estas loca?

Noooo, solo estoy DENTRO. Pero NO lo he arrancado. Quería desencadenar el torrente de sensaciones, ya sabes.

Siempre te han gustado mucho los coches. ¿Qué tal?

Es increíble.

¿El coche o el momento?

Ambas cosas. Bueno, te dejo

Oye

¿Qué?

Ten cuidado, ¿vale?

Vaaaale.

miércoles, 14 de abril de 2010

Lullaby

No llores, por favor, mi niño, no llores. Te prometo que mañana saldré al amanecer y recogeré un ramo de flores para ti. Te prepararé un buen desayuno, y te lo aderezaré con la mejor de mis sonrisas. Tú sabes que yo no soy muy de sonreir, pero lo haré. Por ti lo haré. Por todo lo que tú sabes; porque eres el único capaz de hacerme sonreir, porque te lo mereces. Pero no llores, mi niño, no llores.

Tengo una linterna. Le compraré pilas y la encenderé, mientras la sujeto bien alto, para que veas que no todo es negro. Aguantaré así hasta que se me caiga el brazo, pero no llores, mi niño, no llores.

Cantaré, daré palmas, me vestiré de payaso y haré el pino, contaré chistes malos y me tropezaré aposta para caerme de culo como en esas películas de risa, todo delante de ti, para ti, pero por favor, mi niño, no llores, porque si lloras, mi niño, al final, me voy a poner a llorar yo también, y entonces, ¿quién te consolaría?

domingo, 11 de abril de 2010

He vuelto a hacerlo



c0m13nz4 l4 r3h4b1l1t4c10n d3 l4 0tr4 p13rn4. ¡¡H0y 3s d14 d3 f13st4!!

sábado, 10 de abril de 2010

Mamá ¿Estás ahí?

Inmóvil en medio de la habitación. Sedada en la percepción, en los recuerdos.

¿Tú eres la de al lado, verdad? me dices. No, mamá. Soy Sara.

¡Anda ya! Cómo vas a ser Sara. Sara nunca viene a verme.

Escondo como puedo mi cara de contrariedad. Sara nunca viene a verme. Me jode esa frase, porque en parte es mentira, porque en parte es verdad. Mierda de hija. Mierda de persona. Que sí, mamá, que soy yo.

¡Anda ya! Y entonces ¿qué haces en una silla de ruedas?

Ya te lo dije, mamá. Tuve un accidente de coche.

¡Ay hija, por Dios! ¿Pero te has hecho algo?

No, mamá, estoy bien. ¿No me ves?

¿Por qué te daré esas contestaciones? ¿Por qué te hablo de ese modo, si tú siempre te has desvivido por mí? ¿Será que vuelco mis frustraciones sobre los que más me quieren? ¿Será que me irrita tu maldita enfermedad, ese jodido mal que te ha robado la memoria, los recuerdos, tu vida?

¡Qué mierda! ¡Qué injusticia! Ahora que tengo madurez suficiente como para darme cuenta de todo lo que te debo, de todo lo que te quiero, de lo que te he hecho sufrir, no puedo pagártelo, no puedo demostrártelo, no puedo pedirte perdón, porque por más que lo haga, tú no te enteras. Es igual que cuando recorro las habitaciones vacías de nuestra casa, de tu casa, de esa casa donde rompí los platos por querer ayudarte a poner la mesa, donde una vez llené con ceras las paredes de corazones, esa casa donde jugaba de pequeña con mis muñecas, y que ahora está tan silenciosa y en penumbra, y tan cubierta de polvo, soledad y olvido, como tú.

¿Dónde estás, mamá? ¿A dónde te han llevado? Quiero que vuelvas a casa y te pongas otra vez el delantal, y me hagas esas croquetas tan ricas. ¿Qué es lo que ha pasado por el camino? Yo quería ser mayor, pero no tan rápido, ¿Cuándo fue cuándo me despisté, cuándo me quedé dormida en el vagón, para despertarme de pronto en un país extraño, que es igual que el nuestro, pero donde la gente habla otro idioma, y tiene otras costumbres, y está más enfadada? Ya no queda nada. Eres otra jodida habitación vacía más de nuestra casa. Y yo, en la puerta, perdida y desconcertada, como una niña pequeña.

Y... ¿Cómo decías que te llamas?

Esto es para vosotros. Para que abráis los ojos, antes de que sea demasiado tarde.

miércoles, 7 de abril de 2010

Lo único que hoy martillea mi mente

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jueves, 1 de abril de 2010

Edita

Bueno, a mí es que estas cosas me ponen de los nervios. El "diario" The sun publica esta mierda, y yo me pregunto, ¿Cuál es el problema?


Muy bien la respuesta de Ryanair: "Lo que haga cualquiera de nuestros empleados fuera de su horario de trabajo, es asunto suyo"

¡Con un par!

Por cierto, la chica es mona, ¿eh? (Me pregunto si tendré alguna Edita en nómina ja,ja,ja)

Esto de volar

Al final, esto de volar a a ser una buena idea, porque en estos momentos siento que jamás seré capaz de volver a andar. Cayó la primera escayola. Mi pierna es la mitad que antes. La piel se chupará varios botes de crema hidratante. El dolor es espantoso a cualquier movimiento, por no hablar de apoyarla en el suelo. El miedo es aún peor que todo lo anterior junto. ¿Y si me quedara en la silla de ruedas cómodamente sentada? Paradójicamente, ahora me siento mejor estando apoyada sobre la pierna que aún sigo teniendo escayolada.
Ya me han advertido que la rehabilitación será lenta y dolorosa. Pero aquí estoy. No sé si dar gracias al cielo o maldecirlo. Por si acaso, gracias.