Bueno que pasa, ¿nadie me va a dar un beso?

domingo, 28 de noviembre de 2010

Diario de una madre postiza, Capítulo IV



No entiendo por qué estamos siempre como el perro y el gato. Si tú me quieres y yo te quiero. Si sabes que yo quiero lo mejor para ti. Pero tú te empeñas en organizarmelo todo, en discutirmelo todo. Igual que yo a ti. Discutimos y regañamos. Nos mostramos los dientes, y cuando estoy a punto de soltarte un guantazo, de pronto aflora una sonrisa, y nos lo perdonamos todo... hasta la próxima vez. Al final, como siempre, casi todo lo termina arreglando la música.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Las cosas por su nombre


Los Ronaldos - Idiota








Son las 9 y 25 de la mañana, mientras sentada en un sillón del amplio hall de la mútua espero pacientemente para mi revisión médica anual. Un chico entra por la puerta y se acerca al mostrador.

La chica, todo sonrisa, le habla: ¡Buenos días! ¿de qué empresa viene?

De @#@~€#€ (ininteligible) El chaval es bastante cortado.

Bien, siéntese un momentito allí que saque sus datos y ahora le llamo.

El chico se sienta frente a mí, y con todo el disimulo de que es capaz su tímida condición, se pone a mirarme las tetas.

No habrá pasado ni medio minuto cuando la chica le vuelve a llamar: "Nicasio Almazán"

El chico se levanta del sillón y se dirige de nuevo al mostrador.

Su DNI es el numero ########, y su dirección Calle A, número bis de Villapepinos de abajo, ¿no?

Si, contesta el chico con voz trémula.

Vale, tome este botecito y cuando pueda va al servicio y me llena el tubito, ¿de acuerdo?

¿Perdón? pregunta el chico

Que cuando pueda llene el botecito. Para el análisis, ya sabe.

¿Que llene el bote? ¿de qué?, pregunta el chico

"¡¡Que mees en el bote, coño!!" Le contesta la chica, recomponiendo de nuevo inmediatamente su sonrisa.

Aun me estoy riendo.

sábado, 20 de noviembre de 2010

La fiesta (Yeah)


Nota: como no puedo evitar la jodida publicidad previa a la música, pido un poco de paciencia hasta que termine el anuncio para empezar a leer, ¿trato hecho?

Anoche estuve en una cena de empresa, la versión nocturna de un almuerzo de trabajo. Tras la cena nos quedamos charlando varios compañeros del trabajo: Una servidora, una empleada de confianza, un jefe de departamento, y varios pelotas en busca de su oportunidad. Alguien propuso ir a tomar unas copas, y allí que fuimos. No tenía prisa porque Susana estaba con Natalia, asi que prisas cero.

La música era muy rara, y las copas estaban muy ricas. Alguien me pasó una cosa enrollada que le metes fuego y te la pones en la boca, y que también estaba muy rica. Risas, bailoteos, caladas, más risas, chistes, música, más risas, más caladas, más copas...

Y hoy me he despertado en un dormitorio extraño, bonito, cuidado y luminoso. Hay una nota en la mesita de noche que pone: Cuando te vayas tira de la puerta, salada. Y esa curiosa música sigue resonando en mi mente. Creo que estoy de buen rollo.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Miedo (atroz)


Soundgarden - Like Suicide









Estoy como en una nube. No hay que ser muy lista para darme cuenta de que este es un estado artificial. Y tengo miedo. La verdad es que tengo un pánico atroz a que llegue el momento en que ese estado de bonanza se acabe, que se acabará, seguro, como las otras veces, cuando al final, inexorablemente, la fatalidad se abalance sobre mí, y todas las cosas se jodan sin remedio.

¿Qué voy a hacer, qué voy a hacer? Ahora es mucho más grave.

¿Qué voy a hacer?

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Diario de una madre postiza, capítulo III


Tengo que admitir que estoy empezando a quererte.

Tengo que admitir que me gusta escuchar el sonido de tu respiración mientras duermes. Que me gusta que haya calcetines de Hello Kitty dando vueltas en el tambor de mi lavadora, y manchas grasientas de dedos en los cristales de esta casa, que tan aséptica era hasta hace un par de meses. Tengo que admitir que disfruto llevándote al colegio y contemplando cómo nos miran todas las envidiosas del barrio. Que me encanta escuchar cómo me dices: hasta luego tita, mientras me besas la mejilla.

Tengo que admitir que, para mi sorpresa, desde que estás aquí, tengo ilusión.

Apoyada en el quicio de la puerta de tu dormitorio, de ese dormitorio que pensé que quedaría desierto para siempre, me fumo un cigarro en la tranquilidad de la noche. Sé que no debería fumar cerca de ti, pero es una excepción, y lo quiero disfrutar porque este instante con mi espalda apoyada en el marco de tu puerta, es lo más cercano a la felicidad que he vivido nunca.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Hoja de ruta para hoy



Eres mi hermano, mi amigo, mi consejero. Eres mi mano puesta en un espejo, las yemas de nuestros dedos coinciden exactamente, hasta la última rayita de nuestras huellas dactilares. Por muy lejos que me vaya, el cordon umbilical se estira y se estira, pero nunca se parte, y a través de él me llega tu pena. Ya sabes, que como tú dices, soy la jodida empática de lo malo.

Mi hermano, mi amigo, mi consejero, hoy me pillas de camino, y pienso ir a darte un abrazo, muy, muy fuerte, hasta que mis alas te cubran por completo. Y seremos uno, por un breve instante. De esos que a ti tanto te gustan. Y a mí también.

Un beso

lunes, 1 de noviembre de 2010

Diario de una madre postiza, capítulo II


Ha pasado un mes del fin de semana en que mi hermano me pidió que cuidara a su hija Susana.

El teléfono me despierta de un sobresalto.

¿Diga?

Sara, soy yo, Martín.

¿¡Seras hijoputa!? Que cabrón eres. Espero que tengas una buena explicación, aunque aún si la tuvieras, en este momento te mataría con mis propias manos si te tuviera al alcance.

Perdóname.

¿Qué te perdone, so cabrón? Quien te tiene que perdonar es tu hija. ¡Venía para un fin de semana, joder! ¿Dónde cojones estás metido? ¿Tú quien coño te has creído que eres? Vaya mierda de padre. Ya no sé qué rollo contarle.

¿Cómo está Susana?

¿Pero te preocupa?

Claro que sí, chiqui. Te lo ex...

¡No me llames chiqui! Ya no tengo 5 años. Vamos, es que te estrellaba en la pared. ¿Esto ya lo tenías planeado, verdad? ¡Qué cabronazo que eres! ¿Me has tomado por gilipollas o qué? ¿Sabes lo que esto me supone? ¿Por qué me has tenido que elegir precisamente a mí?

Porque eras la única persona en quien podía confiar. Te juro que no hubiera hecho esto si hubiese tenido otra alternativa. Tengo que dejarte. Por favor, cuida de ella. Es lo que más quiero en esta vida. Por favor te lo pido...

No te preocupes, Susana está bien. Le he dicho que...

(Martín ha colgado.)