No entiendo por qué estamos siempre como el perro y el gato. Si tú me quieres y yo te quiero. Si sabes que yo quiero lo mejor para ti. Pero tú te empeñas en organizarmelo todo, en discutirmelo todo. Igual que yo a ti. Discutimos y regañamos. Nos mostramos los dientes, y cuando estoy a punto de soltarte un guantazo, de pronto aflora una sonrisa, y nos lo perdonamos todo... hasta la próxima vez. Al final, como siempre, casi todo lo termina arreglando la música.
Pero qué tierna está la Niña del Sur !!!!!! ultimamente.
ResponderEliminar(bueno, a mí me gustas tanto dura como tierna...)
...casi todo ?
ResponderEliminarLo importante es que en ti también esté la sonrisa siempre y cuando ella te enerva tu no le sueltes el guantazo sino la sonrisa.