Bueno que pasa, ¿nadie me va a dar un beso?

viernes, 17 de septiembre de 2010

Ausencia




Lo malo de los túneles es que los hay muy largos, y que no tienes idea de cuánto queda para salir de ellos hasta que divisas a lo lejos la luz que te deslumbra desde la boca de salida. A menudo pienso si será posible relajarse, pararse un rato en la cuneta y ver las estrellas en medio de esa inmensa oscuridad, o si, por el contrario, esto solo serviría para conseguir que tardemos aún más en atravesarlo.

Calada.

La cosa es que hace rato que llegué y deshice las maletas, y ahora estoy aquí sentada en el alféizar de la ventana, fumándome un cigarro y contemplando de reojo a Roxanne, mientras me pregunto dónde estás.

Calada.

Tengo la impresión de que algo ha cambiado en mí, de que ya no soy la misma de antes, y que probablemente esto sea para mejor, porque mis sensaciones son, no diría más agradables, pero sí más serenas.

Calada.

Así que podría pasar horas mirando a esta chiquita, que es tan observadora e inocente, igual que puedo pasar horas releyendo tus cosas, y descubriendo cada día un matiz más, o pensando en túneles y salidas, ensimismada en mi ventana, mientras llueve a mares.

Calada.

Igual, la cuestión no es salir del túnel, sino estar bien acompañado. Igual, qué más da. ¿Y si nos quedáramos en él? ¿Cuál sería la diferencia? Pienso, pienso y pienso, y no hallo las respuestas. Llueve, llueve y llueve, y la lluvia no trae las respuestas; sólo salpicones. ¿Sería tan importante encontrar esa maldita salida?

Calada.

Mato el tiempo y mi soledad, dando caladas a mi cigarro. Por primera vez en muchos años, la soledad me resulta molesta. Apuro el cigarrillo y vuelvo a preguntarme de nuevo dónde estás, mientras yo permanezco aquí sentada en el quicio de la ventana, pensando en ti.

Calada. Hasta los huesos.

5 comentarios:

  1. Impresionantemente bueno !!!!! Creo sin temor a equivocarme que es lo mejor que has hecho hasta ahora... Caigo rendido a tus pies...

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  2. Niña cuando se está conduciendo dentro de un tunel no se puede parar en la cuneta. Cuando salimos y vemos el exterior natural podemoas parar el motor. Abrir las puertas y salir afuera, es cuando vemos las estrellas (Aunque para esto será necesario ir conduciendo de noche, porque de día...)
    Ahora cuentas que estás en tu ventana, por lo tanto ya has salido.
    Además seguro que está serena, porque no hay nada tan relajante como oir y ver caer el agua...

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  3. Muchas gracias niño escritor, aunque en parte no estoy de acuerdo contigo: Hay otros de los que me siento más satisfecha, pero es cierto que disfruté bastante escribiendo éste.

    Mónica, si no me puedo parar en la cuneta de un túnel a mirar las estrellas, no habría poesía. De todos modos tampoco soy yo la del túnel.

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  4. Me alegro mucho. Y de poderte leer.

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  5. En tus datos personales denotas que estás muy agresiva, por qué?

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