Bueno que pasa, ¿nadie me va a dar un beso?

lunes, 17 de septiembre de 2012

Fantasía


Viene en mitad de la noche, como un susurro que va creciendo, y me despierta arrullándome... me quedo inmóvil, disfrutando de la calidad sonora de mis propios pensamientos, y después me levanto, enciendo el ordenador, y me pongo a buscar como una loca. El tema que lleva años rondándome a la cabeza, y que nunca conseguí averiguar. Era casi una niña cuando vi la película, con aquella atractiva protagonista con la que, desgraciadamente, tengo tantas cosas en común.

Después de media hora de clicks ¡lo encontré! Joder, lo encontré. ¡¡Schubert!! cómo se me había podido pasar. Lo paso a un CD y luego pienso que necesito escucharlo, ¡a todo trapo! Pero... ¿cómo? Sin despertar a Susana, sin despertar a Martín, sin despertar a los vecinos. Y se me ocurre, copiarlo a un pendrive, ir a la cochera, y meterme en el coche. Ventanillas cerradas, y uffff.. Qué sensación. Cerrar los ojos y dejarme mecer por sus caricias, sentir como besa mi cuello, masajea mis lóbulos, mima mis tímpanos... qué maravilla.

Es la sensación de encontrar el destino, la tierra prometida, aquel sueño que fue largamente anhelado durante tantos años, a destiempo, sí, como encontrar a tu madre cuando ya ha muerto, como encontrar la cura a tu pierna cuando ya te la han cortado, como encontrar tu inocencia cuando ya la perdiste, a la amiga que nunca te traicionó cuando ya la has desterrado y nada puede volver a hacer que sea como antes, a destiempo, pero con el poder de conmover todo tu interior.

Abro los ojos, Susana me mira atónita a través de la ventanilla. Abro la puerta.

Mami, ¿qué haces a estas horas metida en el coche?

¿Te he despertado?

Sí, pero la música era muy bonita. ¿Puedo sentarme contigo a escucharla?

Claro que sí, corazón. Pero luego nos vamos a la cama, ¿de acuerdo?

Sí, mami, pero ponla desde el principio.

STOP

PLAY

domingo, 9 de septiembre de 2012

Nunca Jamás

Chiquitita by ABBA on Grooveshark

Un... Dos... Tres!!! Salto!!!

Con un inconfundible FLAP!, siento desplegarse mis alas, esas que tan fieles y ansiosas han aguardado en el banco de la espera a que una servidora se repusiera del más sufrido, y a la vez más hermoso de los quehaceres femeninos. Hacía mucho tiempo que no vivía esta sensación, y di por hecho en más de una ocasión que todas mis plumas se habían secado, así que hoy me propongo disfrutar del fresco aire de la mañana, y volar, volar hasta que mis huesos doloridos den con las playas de Cádiz, allá donde el viento siempre es propicio para todo tipo de aventuras.

Desafortunadamente, en mitad del trayecto, mientras sobrevuelo una extraña columna de humo por los campos de Córdoba, un olor nauseabundo me provoca una sensación tremendamente desagradable, y he de parar. No muy lejos de allí, bajo unos olivos, a la sombrita, hay una niña preciosa, jugando con unas muñecas.

Hola! La saludo. Me llamo Sara. ¿Y tú?

Yo me llamo Ruth.

Me acerco a ella, que mientras me mira con los ojos como platos, me dice: ¡Anda! ¡Pero si tienes alas!

Sí, contesto, pero no se lo digas a nadie, los mayores no entenderían esas cosas, mientras repliego y escondo las alas para que no llamen la atención.

Dímelo a mí, me contesta la niña. Los mayores están todos locos. Sin ir más lejos, mis padres están todo el día peleando. Y hace un tiempo que mi papá se fue de casa. A mamá la oigo llorar por las noches en la cama.

Vaya, eso es un poco triste, preciosa, le contesto.

Ahora estamos aquí, con mi papi, de fin de semana. Nos hemos tomado un Cola Cao para merendar, sabía un poco raro. Luego nos ha dado sueño a mi hermano y a mí, y nos hemos ido a dormir una siesta... pero dentro de un rato, cuando mi hermano se despierte, mi papá nos va a llevar al parque a jugar.

No soy tonta, evidentemente, y ya me he dado cuenta de con quien hablo. Un torrente de sentimientos indescriptibles están pujando por brotar desde dentro de mí hacia fuera, y no sé si lo que voy a expulsar son lágrimas, gritos, bilis o mierda, pero consigo controlarme. Fuerzo la sonrisa que más trabajo me ha costado en mi vida forzar, alzo una mano, y acaricio dulcemente su mejilla, mientras la miro a los ojos, a esos preciosos ojos, y le digo: Encantada de conocerte, Ruth. A ver si puedo conseguirte unas alas, y uno de estos días me acompañas.

Eso sería estupendo... estupendo... me contesta, mientras vuelve a sus muñecas.

10:39 de la mañana. Vuelo de vuelta a Linares, Jaén, y creo que voy a estrellarme del dolor. Solo me pregunto dónde estará ese pais de Nunca Jamás, y espero que de verdad exista, y allí les compensen, y sean felices.

viernes, 6 de abril de 2012

Crazy

Big White Room by Jessie J on Grooveshark
Ejercicios de empatía: No se asuste nadie. El caso es verídico, pero no es el mío. Mi embarazo va guay.

Me duelen los ojos de tanto llorar. Es algo parecido a cuando te hartas de vomitar y ya no tienes nada más que echar, y sin embargo sigues teniendo arcadas. No comprendo, no lo entiendo. ¿Por qué me ha tenido que pasar esto a mí? No es justo. 9 meses cuidando de ti, sintiéndote tan dentro, viviéndote, viviendo tu vida, dándote cobijo, dominando mis emociones y guardando todo lo mejor para el gran momento de tu llegada. Y todo ha quedado en nada. ¡¡ En nada !!

¿Qué te ha pasado? ¿dónde estás? ¿qué te han hecho? ¿o qué te he hecho yo? ¿en qué me he equivocado? Tal vez no debí fumarme este cigarro. O beberme aquella cerveza. ¿Tenía que haberme movido con más cuidado? ¿O dejar de trabajar antes? Dios, qué tortura, seguro que la culpa la tengo yo. Sentada en esta puta cama sólo puedo escuchar mensajes de condolencia que no me calman en absoluto, al contrario. Visitas que no tengo ganas de recibir. Solo el abrazo de tu padre, llorando desconsolado sobre mi hombro. Él sí que sabe lo que esto significa. Pobrecillo.

¿Qué hago ahora con todos los abrazos que tenía guardados para ti? ¿y con los besos? ¿Los peleles, los bodys, las mantitas y los pañales? ¿Los guardo todos arrumbados en esa habitación vacía, tan vacía como me siento yo en este momento? ¿Qué hago ahora con todo eso, si ahora solo tengo ganas de morirme? Nada me consuela, nada me sirve, nada tiene sentido ya, creo que voy a volverme loca. No creo que supere esto nunca. ¿Qué hemos hecho mal, para arrebatarte la vida antes siquiera de que puedas respirar por primera vez?

Me despierto por las mañanas y tardo una décima de segundo en ser consciente de lo que estoy viviendo, y entonces el mundo entero se hunde sobre mí, cruel y dolorosamente. Me parece imposible que algún día esta sensación pueda pasar.

jueves, 22 de marzo de 2012

oscuridad

Fear Of The Dark (1998 Digital Remaster) by Iron Maiden on Grooveshark


Cuando las luces se apagan, mi mente se inunda de malos pensamientos, de presagios negros como las palomas que plagan la cornisa de mi ventana, llenandolo todo de mierda que atranca las canales y provoca humedades en mis paredes. Quisiera ser esa chica dulce vestida de margaritas que danza entre los trigales bañada en la luz del sol del crepúsculo primaveral, pero en realidad solo soy una niña asustada que se esconde entre sus sábanas, y para la que nunca amanecerá. El tiempo pasa tan despacio que verdaderamente he llegado a convencerme de que la noche va a durar eternamente.

Cuando se hace la oscuridad, me quedo sola entre mis tormentos, y se me acercan por la espalda las voces que me susurran cosas ininteligibles, los muebles crujen, y las puertas se entreabren, dejando pasar corrientes de aire que me asustan. Las sombras desfiguran todas las cosas que tan familiares me resultan a la luz, y de pronto me siento inmensamente sola en medio de un universo que no reconozco.

Cuando llega la noche, estoy aquí, sola, diminuta, en medio de la inmensidad oscura de mi alcoba, aterrorizada, esperando que de un momento a otro caiga sobre mí la garra de esa amenaza invisible. Y lo que me tortura, es no saber cuándo eso va a ocurrir.

Cuando la oscuridad me cubre, tengo demasiado tiempo para pensar, y los pensamientos que me asaltan... no me gustan.

jueves, 16 de febrero de 2012

Asustada


With Arms Wide Open by Creed on Grooveshark



Soy una tía dura. Ni siquiera en mi estado me considero vulnerable. Creo que puedo con todo. Bueno, casi todo. Con lo que no puedo es con la angustia de pensar en la mierda de mundo en el que te voy a depositar, en cómo te las apañarás el día que yo te falte, ahora que ya tenemos claro que todo, solo puede ir a peor, a mucho peor que antes.

Si eso fuera posible te diría que te dieras la vuelta, y te encaminaras hacia otro útero, en otra mujer de otro mundo donde las más elementales normas de la decencia, el respeto, y la hermandad entre razas y colores, imperasen por encima de todas las cosas, intereses y consideraciones.

Me apetece un cigarrillo, pero tú y yo sabemos que hoy no va a caer.

menuda joya

Scream In Blue (1984: Horden Pavilion, Sydney, Australia) by Midnight Oil on Grooveshark


Hoy, rebuscando entre tus discos he encontrado esto. He pensado en escribir algo para acompañarlo, pero no me atrevo. Es demasiado bueno. Lo jodería.

Voy a escucharme todo el disco, en busca de inspiración.

sábado, 11 de febrero de 2012

esclava

No me gusta cómo me miras. No me gusta cómo me tratas. Para ti sólo soy como una puta, sucia y desaliñada, que mendiga su chusco diario de pan. Sólo me quieres para exhibirme, para que baile ante todos, al son de esa horrible música, encaramada a esa maldita barra de hierro. No me gusta que me pegues cuando las cosas salen mal, o cuando no hago las cosas exactamente como tú quieres. No soy más que tu esclava, y a nadie le importa.

martes, 10 de enero de 2012

mal


Replay by Maria Taylor on Grooveshark


Como los juguetes rotos, estoy aquí tirada en el cajón del olvido. Sabía que iba a ser duro, pero no esperaba tanto ensañamiento. Desde el sofá sólo acierto a poner una y otra vez el video que grabamos ilusionados hace tan solo unas semanas, aquel en el que decías que tú y yo estaríamos siempre juntos. Ahora lo pongo y lo pongo, y lo vuelvo a poner una y otra vez, una y otra vez, y no alcanzo a comprender. Tú te has ido. Ni siquiera ha nacido el bebé y tú ya no estás. Me lo has dicho con gran corrección, has usado bellas palabras. Tan bellas que no he entendido ni una sola. No paro de darle vueltas a tus explicaciones, y cada vez las entiendo menos, y las palabras se entremezclan, y son sustituidas por otras, y se confunden, se alteran, se distorsionan, y el discurso que martillea mi mente ya no es ni de lejos parecido al original. Y me da rabia no recordarlo, como si estuviera olvidando por completo las claves que me pueden llevar a descifrar el misterio. Solo recuerdo tus manos, el olor de tu pelo, y a ti, de pie frente a mí, diciendo: "no me entiendes, Sara, no me entiendes"

Y no, no te entiendo.