¡Ay, diosa luna! ¿por qué me visitas? Si no lo merezco, tú sabes que no.
Te veo en el cielo, iluminando en interior de mi coche. Piso el acelerador, y avanzo y avanzo, y tú siempre estás ahí, a la misma altura, colándote por la ventanilla, iluminando mis mapas.
Ay diosa luna. Si yo sólo soy una triste mujer, una mujer triste. Entonces, ¿por qué me visitas?
Te veo en los parques, disfrazada de hada, sonriendo a los niños, sentada en la hierba, compartiendo un pic-nic con bocadillos y servilletas de colores. Eres la ilusión, vestida de chica normal.
Ay diosa luna, tú que eres tres, pero sólo eres una.
Te veo en un cuadro, como una pastora, cuidando dos corderitos, sembrando colores vivos, tendiendo tu mano a un guerrero para que éste la bese, arrodillado ante ti.
Ay diosa luna, luz que no alumbra, pero conforta. ¿Por que me sigues? Si yo sólo soy una triste mortal. Y tú... tú eres una diosa.
Para ti. Sí: Para ti. Gracias por leerme.
Me ha gustado tu historia de la luna
ResponderEliminarTe veo en los parques disfrazada de hada... Cualquier texto que tenga la palabra hada me crea ya algo mágico.. Y si mezclamos hada con luna ... el polvo mágico está flotando por el ambiente... Mira, lo cojo, lo cojo...
ResponderEliminarPolvo de hada...hummmmm, que bueno.
Vaya temazo nena... impresionante. Tienes unos gustos musicales aun más llamativos que los de Rombo
ResponderEliminarRayajo, ¿el Puma tiene algo que ver con tu frase?
ResponderEliminarJajajajajjaj es posible. Pero te recuerdo que soy el único que no te ha criticado por ello...
ResponderEliminarSoy perfectamente consciente de que tú me has respetado... Es que el Pavo Real, tiene miga, eh.
ResponderEliminarLa diosa luna es una amiga mía a la que quiero mucho. Ladymadonna, son los Beatsteaks, un grupazo, del estilo que a mí me gusta, ya sabes.
ResponderEliminar¡Gracias!
Yo también te quiero mucho. Gracias por tratarme siempre como lo has hecho, gracias por abrirme las puertas de tu casa, de tu familia y de tu corazón. Gracias por poner en mis manos tus dos tesoros más preciados. Los cogí y ya nunca los voy a soltar, puedes estar tranquila allí donde estés.
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